Creo
que en alguna ocasión ya he explicado cómo llegó a mi vida Megadrive (un poco de casualidad,
para que negarlo), y especialmente cómo una palabra mágica de
cuatro letras jugó un papel capital para que creciese mi ilusión (y
machacase a mis padres) hasta conseguir una consola de esa marca en
mi decimosegundo cumpleaños.
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4 letras mágicas |
Pero
lo que me parece que nunca antes había contado era el porqué la
palabra “SEGA” ejercía tal magnetismo y tenía un efecto tan
poderoso sobre mi, algo que venía incluso de antes de enterarme de
la existencia de una videoconsola llamada megadrive.
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El efecto Sega en mi, 22 años y pico después de conocer Megadrive |
Para mi, todo empezó con dos juegos muy especiales que iniciaron mi
devoción por esta compañía japonesa, y aunque estrictamente no debería hablar de ellos en mi blog, quería dedicarles
una mención por aquí, así que por ellos va esta entrada...(bueno, en las postdatas aprovecharé para dedicarla a más gentucilla ;)