martes, 25 de marzo de 2014

Por el “Hamor” de una mujer (o segundas partes…)

A parte de las fiestas navideñas y del día de mi cumpleaños, durante muchos años el inicio de las vacaciones de verano significaba el tercer (y último) momento del año en el que podía conseguir algún juego nuevo para mi megadrive, ya que con la excusa del largo verano y la coincidencia con san molsupo, mis sufridos padres y abuelos se apiadaban de mí y de paso compraban un poco de tranquilidad para sus horas de la siesta y esas cosas.

De esta forma, si mi memoria no me falla, en verano del 1992 (el segundo con mi megadrive) mi colección se vio ampliada con dos títulos que, a decir verdad, fueron una elección extrañísima (y todavía hoy no entiendo el porqué, ya que mi criterio se basó en una decisión meditada y razonada…es decir, que elegí por el nombre y el dibujo de la portada…); en fin, que ambos juegos inexplicablemente pasarían con más pena que gloria por mi estantería:

El primero, el Krusty’s Super Fun House, verdaderamente no estaba tan mal (algún día tendrá su momento en el blog) pero aunque la combinación de puzles y plataformas me enganchó durante un tiempo, acabé por hartarme de él por culpa de su endiablada dificultad.

En cambio, el otro juego era una conversión de una recreativa que en aquellos tiempos no sabía ni que existía, pero cuyo título prometía ser la secuela de uno de los arcades más brillantes de Sega (cuya versión de megadrive ya andaba por casa), y sí, resultó ser la secuela de un grande, pero también resultó que hizo bueno el dicho de “segundas partes nunca fueron buenas”, de forma que la conversión para megadrive del arcade (cuya aceptación entre los aficionados era poco destacable), fue calificada directamente como un “fiasco” considerable, y no sin parte de razón.

Turbo Outrun (megadrive)...camino de Los Ángeles!
Por suerte o por desdicha, esa fue la versión que me tocó jugar a mí, así que hoy toca destripar al “hijo” de una leyenda… ¿será tan malo como parece o será otro caso en el que pesó demasiado el nombre de su padre? Averigüémoslo!





Turbo Out Run
Conducción
Sega
Año: 1992 - Megas: 4
Jugadores (1)
Fases (16 etapas)

Introducción 
 
Después de tres años cosechando éxitos, en 1989 aparecía en los salones recreativos Turbo Out Run, la secuela oficial del glorioso juego del Ferrari Testarossa descapotable y la rubia de melena al viento que consagrarían a Sega y a Yu Suzuki como patrimonio ochentero de la humanidad. 
 
Ciertamente, ya habíamos visto otros juegos “de la familia Out Run” en versión doméstica, destacando el original Out Run Europa que paseó “con orgullo” la bandera del aguilucho por los microordenadores de la época e incluso por la Master System, pero si teníamos que hablar de un sucesor del mito de Yu Suzuki e Hiro Kawaguchi (autor de la banda sonora), éste sería sin duda Turbo Out Run.

Creedme, el juego salió después de octubre de 1981 (a pesar de esa bandera)

De hecho, tal era su innegable parentesco que la recreativa compartía placa y hardware con el primer Out Run (y con Super Hang On y una edición especial de Hang On) y al parecer, incluso existía un “kit”para convertir el mueble y la placa del primer juego en el Turbo OutRun.

El solo nombre de “Turbo Out Run” creaba unas expectativas enormes, e inicialmente hay que reconocer que esta edición “Turbo”, aunque sólo fuese por proponernos conducir un deportivo descapotable rojo inspirado en la mítica marca Ferrari, transmitía cierto espíritu “outrunero”, (aunque el modelo ya no fuese el Testarossa sino el F-40, o según el manual, el Sega Phoenix V12).

Colección de Segas Phoenix V12...diiigo, de Ferraris F40

En los salones recreativos, pronto quedó claro que el juego iba a quedarse muy lejos de las cotas de popularidad de la legendaria primera parte. Aún así, Sega decidió no darse por vencida, y tres años después de su debut como arcade, lanzaba el juego para megadrive en los territorios japonés y europeo.

Y aquí algo podía empezar a olernos mal, ya que resultaba muy curioso que el juego no fuese publicado oficialmente en los Estados Unidos cuando Turbo Out Run proponía una carrera precisamente por el país de las barras y estrellas (algo que ya estaba en los planes de Yu desde el primer Out Run),… ¿misterio, casualidad o desde Sega América alguien consideró que no estaba a la altura? La respuesta la dejo a vuestro gusto.

Antes de continuar con el análisis, permitidme un pequeño paréntesis, ya que creo que es justo explicaros que, si algo me ha costado especialmente al ponerme a escribir de Turbo Out Run, ha sido sin duda intentar olvidarme de su pasado y tratarlo como un juego aislado, ya que resulta evidente que Turbo Out Run padece el síndrome de Jordi Cruyff y es casi imposible valorarlo en su justa medida por culpa de su ilustre apellido.

Johan: En un momento dado, este es uno...y con Sánchez Jara a su lado, hasta parecerá bueno!

Está claro que lo ideal para este análisis hubiese sido dejar de lado la primera parte, pero debo reconocer que estoy demasiado “contaminado” para evitar la comparativa. A fin de cuentas, y a diferencia del caso del “pequeño” Cruyff, aquí Sega pudo haber llamado al juego de cualquier otra forma y era consciente que ponerle “Out Run”, además de aprovechar el tirón, propiciaría las inevitables comparaciones entre ambos.

Así que finalmente he optado por dar un par de pinceladas rápidas sobre esta entrega y seguidamente abordar la comparativa entre los puntos divergentes más llamativos de ambos juegos. Así, una vez nos libremos del escamoso tema, el resto del análisis espero que os parezca más limpio y centrado en las características propias del Turbo Out Run. Otra cosa es que lo haya conseguido, pero por eso os quería explicar mis intenciones. Y dicho esto, cierro paréntesis y vamos con ese análisis…

El juego

La propuesta del juego es muy simple: Conducir nuestro Ferrari en una carrera de Costa a Costa por los Estados Unidos a través de varias etapas cronometradas con el objetivo de ser el primero el llegar a la meta y conquistar el “premio especial”.

En concreto, partimos desde la gran metrópolis de la Costa Este, Badalon…diiigo, Nueva York, y tenemos que llegar a la ciudad estrella de la Costa Oeste, Los Ángeles (también conocida como Los Santos), teniendo que pasar por los típicos puntos de control (o check points) dentro de un tiempo límite para no ser eliminados, y además, para que acabe bien la cosa, también debemos hacerlo por delante de nuestro rival (al menos en la llegada “angelina”), un niño pijo que conduce un deportivo descapotable de color blanco cuyo diseño guarda cierto parecido con el archienemigo del buen Ferrarista, el Porsche (en concreto, el 959 según la “Internet GameCars Data Base”, aunque teniendo en cuenta que nuestro Ferrari es un Sega, tal vez el coche blanco sea un “Famicom” o algo así).


 
Nuestro rival : El coche blanco o Porsche 959 (arcade, realidad y megadrive)

Para completar el recorrido, el juego se divide en 4 jornadas de 4 etapas cada una, y al llegar al cuarto “check point”, haremos un breve alto en el camino para “tunear” nuestro descapotable con una de las 3 mejoras disponibles.

Además, como resulta evidente al leer el título del juego, adelanto que el prefijo “turbo” de su nombre viene justificado por la incorporación de turbocompresor que nos da un impulso extra durante algunos segundos, de forma que nuestro bólido escupirá llamaradas por su tubo de escape y se pondrá a unos 400 km/h durante unos instantes (en ningún sitio se dice si son millas o kilómetros, pero dado que el juego no salió en USA y que en “mph” la velocidad sería aún más increíble, entiendo que la unidad será la primera).

Y dicho esto, vamos con la esperada comparativa respecto al Out Run original…

¿Comparaciones odiosas?
Novedades versus diferencias:

Partiendo de la base del Out Run, esta Turbo secuela incorpora una serie de novedades y añadidos que no se encontraban en el primer juego. Algunas de ellas tienen un carácter meramente anecdótico, mientras que otras resultan “a priori” interesantes para darle al juego un estilo propio, así que pasó a relacionar las novedades más destacadas de unas y otras:

El prefijo “Turbo” en el título (que se traduce en el uso del Turbocompresor)

La barra de “turbo” añadida para correr más (limitado a unos segundos).

Arriba a la derecha, la barra de turbo (el fuego que sale del coche)

El duelo contra un rival (el coche blanco y el factor chica)

La posibilidad de elegir un cambio de marchas automático.

Las mejoras mecánicas que “tunean” nuestro coche.

Los coches de policía que intentan frenarte.

Los fenómenos meteorológicos (como lluvia, viento o nieve) que “afectan” a la conducción.

Los desniveles en algunos tramos de la carretera.


Sin embargo, a parte de las novedades puras (añadidos al original), Turbo Out Run se separa del primer Out Run en estos aspectos (algunos ciertamente controvertidos):

El coche sigue estando inspirado en un Ferrari descapotable rojo, pero la carrocería ya no es la del mítico Testarossa sino la del por entonces “más moderno” Ferrari F-40 


Ferrari F40 vs Sega Phoenix V12
 

Técnicamente, el cartucho de megadrive ocupa la mitad que el del primer Out Run (4 megas del Turbo por 8 del clásico)

Su ubicación y paisajes pasan a situarse “oficialmente” en los Estados Unidos.

La ruta es única en todas las partidas, de forma que se pierden las bifurcaciones, la posibilidad de elegir camino y los 5 finales diferentes.

Se pierde variedad en el tráfico (a parte del rival y la policía, sólo hay 3 vehículos genéricos: los Minis rojos, los Porsches 911 azules y los camiones, en comparación con los 6 tipos de vehículos del primero...y del arcade, que tenía un Corvette, un Jeep Wrangler y un Dodge Diplomat que se perdieron en megadrive, presumiblemente por el recorte de megas)

Continuando con el juego:

Antes de jugar, podemos elegir el nivel de dificultad en el menú de opciones (desde very easy hasta very hard), y al empezar la partida, podremos optar entre una caja de cambios automática o manual (en ese caso, hay dos marchas como en el primer Out Run, la lenta y la rápida).

Si no es por este mapa, podríamos decir que la carrera es por Burgos y quedarnos tan anchos...

Como la mayoría de juegos de coches estilo “arcade” de la época, el control es muy simple: derecha e izquierda en la cruceta para girar (y arriba y abajo para cambiar de marcha si seleccionamos el cambio manual), un botón para acelerar (B por defecto), otro para frenar (A, aunque es completamente prescindible) y un tercero (C) para activar el turbo que nos da más velocidad durante unos segundos.

Este turbo “extra” es una de las características más destacables del juego,y aunque guarda cierta similitud con el que Sega implementó en Super Hang On, su funcionamiento es ligeramente distinto, ya que aquí depende de un indicador situado en una barra amarilla horizontal en la parte superior derecha de la pantalla. (parecida a las barras de vida los beat em ups y juegos de lucha tipo Street Fighter) 

Entrado en zona crítica con el Turbo (y adelantado a un Porsche 911 azul)
 

Dicha barra funciona como un termómetro, de forma que se llena rápidamente cuando el turbo calienta el motor (es decir, cuando pulsamos el botón C y nos ponemos a 400 por hora), pero rápidamente vuelve a vaciarse cuando se acaba el efecto del Turbo (aproximadamente después de 4 segundos).

Además, si cuando el indicador alcanza la zona roja (de sobrecalientamiento del motor) seguimos pulsando el botón de nitro, aparecerá en pantalla el mensaje “Overheat” en letras rojas y no podremos activar el nitro hasta que pasen los segundos suficientes para que “el termómetro amarillo” vuelva a situarse por debajo de la zona roja.

Por otra parte, dado que representa que la carretera está abierta al tráfico normal, encontraremos otros vehículos como el Mini de toda la vida (un coche “muy americano”), camiones, Porsches 911 (otro “made in USA”) e incluso coches de policía que intentarán ponerse delante nuestro y frenarnos el tiempo suficiente para que no lleguemos al siguiente control. 

La poli "en teoría" nos intenta complicar la vida...
 

Pero la segunda característica propia y más destacable del juego es que, además de un tiempo límite para llegar a cada punto de control o “check point”, en Turbo Out Run tendremos un objetivo adicional en forma de “pique” contra un “porsche blanco”, convirtiendo al juego en una auténtica carrera contra un adversario y no sólo en una mera contrarreloj.

Así, para añadirle interés al duelo, la chica que nos acompaña en el asiento del copiloto (porque como en Out Run, volvemos a salir con una señorita), resulta que no sale con segundones ni perdedores, por lo que si el conductor del coche blanco y jersey amarillo llega por delante nuestro al finalizar la jornada, la chica “simpática” se bajará de nuestro Ferrari (perdón, de nuestro Sega Phoenix V12) y, sin ningún rubor, se subirá en el coche blanco del otro “maromo”…eso sí, si después de los cuatro siguientes tramos volvemos a ponernos en cabeza, al llegar al “checkpoint”, ella volverá a nosotros entre lágrimas de cocodrilo y promesas de amor eterno (momento en el que se echa en falta que, entre las mejoras del coche, no hayan incluido el cierre automático de puertas –o en su defecto, un asiento eyectable para el copiloto- ¿por qué narices tenemos que dejarla volver???). Y así hasta la llegada a Los Ángeles, que no sólo pone punto y final a la carrera sino que además le servirá a la alegre pelandrusca para decidir con quién se queda (obviamente, con el que la tiene más gra…con el ganador, eso).

En definitiva, en la meta nos jugamos algo más que nuestro orgullo y honor, nos jugamos ser el que se beneficie a la pelandrusca en un sitio más incómodo que el asiento de atrás de un Volkswagen, y eso no tiene precio (por que la señorita esta no será de pago, verdad?)

Seguro que Ben Affleck es el conductor del coche blanco

Lo demás ya está explicado, en la parte superior de la pantalla tenemos una cuenta atrás que se recarga si cruzamos el punto de control antes que llegue a cero, y en tres etapas concretas (en las “metas volantes” de Chicago, Miami y Oklahoma), la carrera se para podremos mejorar el coche en una de las tres “áreas” posibles (neumáticos, motor y turbo…por cierto, personalmente recomiendo equiparlos por este orden) y para que la señorita se piense si quiere seguir con nosotros o le calienta el asiento al chulo del Porsche (cosa que hará inmediatamente si éste saca la billete…digo, si nos va ganando) .

A priori no suena mal, ¿verdad? Sin embargo, una cosa es el planteamiento y otra bien distinta la ejecución, así que vamos a ver que resultó de todo esto:


Gráficos:

En el apartado gráfico, el juego no es malo, pero resulta tan insípido y poco inspirado en su diseño que cuesta calificarlo de otra manera que no sea de mediocre.

Así, a diferencia del placer que supone en Out Run descubrir sus hermosos escenarios, en Turbo Out Run los paisajes que visitamos son sosos, desangelados y, salvo por el nombre de la ciudad o del estado que aparece al empezar cada etapa, dan la sensación de pertenecer a cualquier juego de ambientación genérica, sin apenas elementos singulares y propios de la geografía estadounidense (en megadrive no tenemos ni las rocosas, ni estatuas de la libertad, ni Golden gays…nada! incluso el Outrunners de megadrive –también terrible- le da toda una lección en lo que a esfuerzo de localización se refiere).

Al final, el único intento de darle un sabor americano-yankee se queda en las banderas de las barras y estrellas de la carátula y del mapa de ruta (que tiene la forma de los Estados Unidos) y detalles más sutiles como la banda de rock and roll, las animadoras, los fuegos artificiales o los coches patrulla de sheriff. 


 La comparación entre megadrive (primera imagen- izquierda) y el arcade (segunda - derecha) es injusta, pero deja claro la diferencia de detalle en los escenarios.
 

Vale que no pueda permitirse los alardes técnicos del original (era lógico que en megadrive tuviésemos que renunciar a zooms y otras técnicas complejas), pero de ahí a pasar a tener los bordes de la carretera extremadamente pelados hay bastante diferencia y denota una falta de mimo en la ambientación de los trazados evidente (en comparación con los maravillosos edificios del arcade, los cactús y vallas publicitarias saben a muy poco) y, aunque la decoración cambie de fase a fase, estos cambios son tan poco llamativos que crean una sensación de monotonía muy negativa.

Aún así, hay que reconocerle cierto aire a Out Run en algunas cuestiones accesorias, como la citada banda de rock que aparece unos segundos tocando la banda sonora en vivo durante los entreactos con su guitarra, batería, etc (que a mí me recuerda a la de Regreso alFuturo cuando Marty Mc Fly toca el Johny B. Good e inventa el rockand roll), los mecánicos que ponen a punto nuestro coche como si estuviésemos en los boxes de una carrera de Fórmula Uno, o las animadoras que nos obsequian con una coreografía (simple y bastante ridícula, eso sí) antes de iniciar cada etapa. Por supuesto, ni se acercan a la brillantez de los geniales 5 finales del ORun, pero por lo menos busca mantener cierto ambiente humano y desenfadado.
Las superanimadoras!
Por otra parte, hay que reconocer que el colorido que consigue mostrar en pantalla es bastante resultón, especialmente si nos fijamos en el cielo (con una buena variedad entre cielos despejados, puestas de sol, lluvias…), pero en mi opinión no es suficiente para disimular unos diseños insípidos y sin gracia (y ya no es que los coches y los escenarios de fondo palidezcan ante el primer Out Run, es que ni siquiera tienen personalidad para ser distinguibles de cualquier otro juego de condución genérico), careciendo en definitiva de carisma y de todo lo que hace memorables a juegos como su hermano mayor.

Para rematar, buscando imágenes por google me he llevado el bofetón definitivo al ver que la versión de megadrive, salvo por el colorido, tiene un nivel demasiado cercano a la de commodore 64 (al menos en estático), y si tenemos en cuenta que en ese ordenador la música la puso un crack del SID como Jeroen Tel, casi hacenpreferible la versión del pequeño commodore sobre la todopoderosa megadrive (y recordemos que no estamos comparándolo con un Amiga sino con el pequeño commodore de 16 colores y 64 kbytes de RAM).

Arriba la versión de Commodore 64 (muy recomendable) - Abajo la de megadrive


Igualmente delicado resulta hablar de la velocidad y fluidez de movimientos, ya que sin ser malas, ni la una ni la otra acaban de ser convincentes, y menos para lo previsible en un juego con el apodo de “Turbo”.

Ciertamente, la respuesta a las órdenes del pad es aceptable, pero nuestro Ferrari se comporta como un vehículo bastante pesado a la hora de acelerar (salvo cuando utiliza el nitro) y además es poco ágil en las curvas, de forma que le cuesta un poco cambiar de dirección en las sucesiones de giros.

En definitiva, gráficamente el juego es aceptable pero mediocre, y para una megadrive el resultado debería haberse pulido bastante más en pos de una mayor espectacularidad, suavidad y sensación de velocidad.

Sonido:

En lo que se refiere al sonido, nuevamente el listón se situó demasiado alto con la primera parte, y nuevamente el resultado en este Turbo queda lejos del legendario título original.

Así, las melodías suenan decentemente, cambian entre las etapas y tienen un aire más rockandrollero, pero por el contrario se pierde la mítica radio que permitía al jugador elegir su tema preferido en el primero, y a decir verdad, ninguna de las canciones incluidas es especialmente memorable ni tiene calidad suficiente para “colarse” en las bandas sonoras de Out Run o Super Hang On.

Hay que reconocer que el grupo de Rock lo intenta (imágenes versión arcade)
De igual modo, los efectos de sonido pasan completamente inadvertidos, con la explosión del motor cuando usamos el nitro como efecto “estrella (que se queda entre un petardazo y un flatulencia) y muy, muy poco más.

Jugabilidad y Duración

Vengo apuntándolo durante todo el análisis, pero para dejarlo claro, la jugabilidad es mediocre, la duración irrisoria y la re-jugabilidad, muy discutible.

En relación con la jugabilidad, básicamente se fundamenta en el típico esquema de los juegos de coches de la época: acelerador a tope, girar siempre desde el interior de la curva y olvidarse del freno (lo normal es pasarse el juego sólo dejando de acelerar en alguna curva cerrada y sin tocar el freno ni una vez). 


Acelera un poco más, ahorra en tu Laguna el pedal de frenooo
 
El problema es que no hay absolutamente nada más, y algunas de las que debían ser sus virtudes acaban siendo incluso molestas, como el comportamiento de nuestro rival (y no me refiero a sus oscuras intenciones con nuestra acompañante), ya que el juego no nos informa en ningún momento de su posición (se echa en falta el típico indicador con la posición de ambos, o como mínimo, un retrovisor para controlarlo), y eso se traduce en que absolutamente siempre estará conduciendo cerca nuestro (tanto si le hemos adelantado como si nos lleva ventaja).

Esto no es ninguna tontería, y aunque no sea el único juego que tiene este fallo, me parece un defecto que repercute negativamente en su jugabilidad, ya que por muy bien que estemos conduciendo, nunca ampliamos la distancia con el rival y, al cometer un error (dos como mucho), éste nos adelantará irremisiblemente. Y por el contrario, si nos quedamos rezagados en un choque y perdemos de vista al coche blanco, da la sensación que se para a esperarnos y basta usar una vez el turbo “extra” para borrar toda la ventaja que pudiese tener el rival y volver a adelantarlo, por lo que al final el presunto duelo está tan descafeinado y semiautomatizado que pierde toda su gracia.

Un adelantamiento "difícil"...

Igualmente, el resto de “grandes” novedades introducidas también fracasan en su intento de aportar un mayor interés al juego. Así, pronto aprenderemos que, salvo en alguna fase concreta con rectas muy largas, sólo podemos usar el Turbo en la salida y en la llegada a cada checkpoint (además de para arrancar más rápido en caso de haber chocado); y en lo referente a los factores meteorológicos, éstos apenas influyen en la conducción, siendo la lluvia y la nieve poco más que molestas anécdotas (a diferencia de otra saga que sí que los hizo valer como fue Lotus)

También se le podrían criticar detalles tan tontos (pero que “afean” un poco el producto) como que los minis (ese vehículo “tan americano”) son igual de rápidos que los Porsches y que nuestro Ferrari sufre para adelantarlos si no tiramos de Turbo, o que la teórica oposición de los coches de policía a la práctica es casi nula.

Nieve, policías, minis...nada puede con nuestro turbo...

Pero todo esto son minucias en comparación con el problema más demoledor del juego: su ridícula duración y rejugabilidad.

El juego tiene una duración lamentable (entre 8 y 9 minutos), de forma que divierte lo justito para satisfacer a los muy enfermos del género de la conducción pre-poligonal (y yo me considero uno de ellos), y aunque tenga 5 niveles de dificultad y dos tipos de cajas de cambio para aumentar progresivamente el reto, con el cambio automático sólo el nivel “very hard” nos exige algo de precisión (y sigue siendo muy asequible en dos o tres partidas)

En realidad, este defecto (lo insultantemente corto del juego) deriva del otro enorme problema de Turbo Out Run, y es que su propuesta de carrera es lineal, sin modos añadidos para megadrive, que encima tiene que sufrir una versión bastante recortada a nivel técnico. Y la culpa aquí no fue del chachachá, sino más bien del lumbreras que tuvo la desastrosa idea de eliminar las bifurcaciones entre varias rutas, ya que se borró de un plumazo toda la magia de Out Run (con su libertad para elegir rutas y visitar parajes de ensueño) para quedarnos en unas partidas de unos miserables 9 minutos de duración máxima y que, completadas una vez, pierden cualquier posibilidad de sorpresa por pequeña que fuese, algo que resulta absolutamente sangrante si lo comparamos con la variedad que ofrecía el juego que forma las dos terceras partes de su nombre.

Con 9'59 no ves el final, al menos en Hard y very Hard
Por supuesto, al finalizar esa “larguísima” partida tenemos la típica tabla de records con las 10 mejores puntuaciones y sus tiempos, pero como desgraciadamente era norma en megadrive, éstos no se conservan al apagar la consola, por lo que ni siquiera existe el aliciente de batir nuestra mejor marca y superarnos en la tabla.

Por otra parte, si al primer Out Run ya se le podía reprochar el no haber incluido modos adicionales, en este caso, que el juego es infinitamente más “justito”, no es que fuese deseable sino que resultaba casi exigible la inclusión de alguna mejora en forma de modos distintos (ese coche de policía podía haber sido jugable y añadir una modalidad tipo “Chase HQ” o Need for Speed), nuevos coches conducibles (o como mínimo, dejarnos probar el Porsche blanco), competiciones que añadiesen mayor interés al juego (como en Super Hang On), o al menos más recorridos …pero obviamente nos quedamos sin nada de eso (ni siquiera un camino de vuelta entre L.A. y N.Y.) siendo una oportunidad perdida que se intentaría subsanar con Outrunners (con cierto éxito en el arcade original, pero desastrosamente en mega)

En definitiva, el arcade de Turbo Out Run podría tener su razón de ser en la época en la que las recreativas ofrecían un “plus” a nivel técnico (especialmente visual) con detalles como jugar con volante y pedales, pero la conversión a megadrive tal y como salió difícilmente tenía sentido ofreciendo tan poco al precio de un cartucho.


Impresión Final

Aunque no lo haya dejado muy bien en la entrada, quiero dejar claro que Turbo Out Run es un juego que puede divertir un rato, que sin ser gran cosa no es malo mientras dura, que puede ser válido para esa partida rápida en algún emulador jugando a la portátil en el autobús, pero aunque sea duro decirlo, cuando sopesamos sus virtudes y defectos, la balanza se inclina descaradamente al apartado negativo.

En mi opinión, Turbo Out Run no está a la altura de lo esperable (y hasta exigible) en una megadrive ni como conversión del arcade (de las más flojas de Sega en megadrive, tal vez sólo equiparable al Thunder Blade), ni como juego de consola (nada que ver con las trabajadas mejoras de Super Hang On, Super Monaco o Mercs), y tampoco es digno de considerarse una secuela del Out Run.


Sin perjuicio de lo anterior, el resultado probablemente puede ser aceptable para un jugador ocasional de megadrive, e incluso para tenerlo en la colección si lo encuentras muy baratito y en buen estado (y si dentro tiene un póster de Sonic ya ni te cuento), pero en el contexto de su época era uno de esos juegos para alquilar una tarde y no más, y desde luego pagar lo que valía un cartucho nuevo por él resultaba una pésima inversión dado su escasísimo contenido para un juego de consola (es más, por lo que costaba el juego en megadrive podría haber jugado entre 60 y 70 partidas –a 100 pesetas cada una- a su versión superior de recreativa y haber disfrutado más de una versión mucho mejor)

Aih! Si te hubiera conocido antes...

En mi caso, debo decir que aún siendo un juego flojo y muy genérico, reconozco que normalmente le dedico entre un cuarto de hora y veinte minutos al año aproximadamente, y es capaz de divertirme las dos o tres primeras partidas, pero es tan corto y tiene tan pocos alicientes que a la tercera partida seguida ya estoy cansado y no necesito más, y de hecho me siento como si hubiese jugado a la fase de conducción de un juego más completo.

Pero por encima de todo, este juego nos enseña a desconfiar de las chicas de vida alegre que sólo nos quieren por nuestro coche…anda, que iba a dejarle volver a subir al mío después de haberse ido una vez con el melón de blanco, lo llevaba claro la tiparraca esa!

28 comentarios:

  1. El Turbo Outrun me gustaba en su versión de recreativa, era gráficamente más espectacular que el original con hasta sus cambios de clima, aunque le faltaba un nosequé para ser igual de mítico que el primero. En cuanto a la versión de Megadrive, ni la he probado porque siempre leí malas cosas de él así que es que ni lo he buscado, y creo que a veces lo he llegado a ver a buen precio pero ni me tentaba a pillarlo. :)
    Y cambiando un poco de tema, me has recordado el Krusty's Fun House, que yo lo tuve en la Game Gear y me lo completé, no se si el de Megadrive era más difícil o que yo era un máquina, pero lo completé. XDDD

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    1. Buenas Juma!

      Yo el arcade de Turbo Out Run lo he tocado un poco en el MAME y he visto una partida en youtube, y es verdad que no tiene el encanto especial del Outrun, pero igualmente tiene unos efectos visuales de clima, fuego, obstáculos o decorado que son una pasada y me hubiese gustado verlo en arcade en su momento, porque técnicamente me parece que da un paso adelante respecto al primero!

      En cambio, en megadrive a parte del bajonazo respecto a la recreativa, Turbo Out Run da varios pasos para atrás en relación al primer Outrun en la misma consola, y a mí me deja la sensación de juego lanzado al tum-tum, con prisas y/o bajo coste…aún así, sabiendo que eres muy de juegos “de cochecitos”, podrías darle una oportunidad y es probable que, al ir sin expectativas, incluso te divierta.

      El Krusty lo dejaremos para otro día, pero tiene pinta de ser muy parecido sino igual en todas las versiones, así que para mí eres un máquina (aunque lo más probable es que yo sea una patata XD)

      Un saludo!

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  2. A mí el Turbo OutRun no es un juego que me parezca tampoco malo, pero sí que resulta muy inferior al primer OutRun y tiene unos defectos que tiran un poco para atrás, especialmente eso de que se puede acabar en menos de 10 minutos, pero ya digo que no me parece malo.

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    1. Sí, ya digo que mi problema al hablar de Turbo Out Run en esta entrada es que estoy muy contaminado con el primero, que considero que puso el listón altísimo, y este no resiste la comparación…pero coño, dadnos algo más, aunque hubiese sido una segunda vuelta con el coche blanco, que mis 2 últimas partidas para el análisis fueron de menos de 8 minutos y medio de principio a fin!

      El mismo Junkers-Out Run 2019 que comentabas en mundoretrogaming esta semana tiene algo más de chicha (y eso que tampoco es santo de mi devoción), pero aunque sólo sea por descubrir todos los caminos ya te incita a rejugarlo 3 o 4 veces.

      Un saludo!

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  3. Como comenté en la entrada anterior a mí este Turbo Out Run me tuvo enganchado un buen tiempo y, sin innovar en exceso, para mí sus novedades son suficientes como para justificar su adquisición y disfrutarlo.

    He de confesar que este tipo de juegos directos (conducción arcade+checkpoints) son siempre bienvenidos en mi consola cuando de echar una partidita esporádica se trata. En concreto el protagonista de la entrada me resulta agradable por su preciso control.

    Dicho ésto sí puedo entender que justificar su compra a los precios de aquellos años es muy complicado. No es un juego para dejarse 6990 pesetas (si no me falla la memoria el pvp más habitual de los cartuchos de mega en su momento) pero tenerlo para la cole por 6 euros (creo que pagué eso por él sin instrucciones) no está de más. Y actualmente se puede conseguir completo por poco más de eso (¿10 euros?).

    Su contenido global es objetivamente escaso por lo que en su momento, cuando adquiríamos un juego de higos a brevas, como éste fuese corto tendríamos arrepentimiento para meses xD

    Por cierto, el Krusty es otro juego que me encanta :D Pero esperaré a otro momento para comparar impresiones :)

    ¡Un saludo!

    P. D. Genial la comparación con los Cruyff.

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    1. Respiro más tranquilo al ver tu comentario, Ring, sabiendo de antemano lo que opinas del Turbo Out Run te imaginaba mucho más indignado! xD

      Es un juego para partiditas esporádicas, estoy de acuerdo, pero ni siquiera el control me parece del todo fino…tal vez sea muy negativo y exigente con este juego, pero me parece mejorable a la hora de tomar las curvas.

      A mí las novedades me parecen buenas ideas que se quedan en nada, y al final me da rabia lo que comento en la entrada (y al Juma aquí arriba), da la sensación de juego lanzado sin mimo y con prisas, sólo con 4 megas más podrían haber incluido los diseños de los coches que se pierden del arcade, mejorar escenarios y, tal vez, aumentar mínimamente la I.A. del rival y de la policía (ya no digo ni siquiera un modo original), pero se conforma con una adaptación muy justita del arcade.

      Y lo del precio, completamente de acuerdo con tus observaciones, ahora baratito no me parece una compra mala ni censurable, pero en su día por esas 6.990 esperabas algo que te durase semanas o meses, no un juego que esté exprimido por completo en apenas 2 horas (y eso siendo generoso y pensando que no te lo pasas a la primera en todos los niveles de dificultad).

      El Krusty ya he empezado a rejugarlo para hacer el análisis…pero vuelvo a tener problemas a partir del tercer nivel (demasiado pronto, recuerdo que de jovenzuelo llegaba más lejos), no sé si voy a tener que hablar de él sin poder acabármelo…pero ya lo comentaremos otro día.

      Un saludo!

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    2. Jaja, si es que soy políticamente muy correcto xD

      En realidad respeto muchísimo las opiniones de los demás, máxime cuando están bien argumentadas como es tu caso. Sí que me extraña la opinión generalizada contraria a este juego, que dista mucho de la mía, aunque tampoco es que me parezca la octava maravilla que conste (voy echando balones fuera intentando que no se note demasiado jajaja) :P (como dije para mí un juego de 7/10)

      Por cierto, en la línea de lo que se intuía podría haber dado de sí la fórmula de este Turbo Out Run, ampliada en todos los sentidos puede verse en Top Gear 2. No sé si lo habrás jugado en la mega. Si no lo has hecho te animo a darle una oportunidad, además que éste sí que no se acaba en 10 minutos :)

      Saludos.

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    3. Jajaja! Dí que sí, era un poco por hacer cachondeo, pero a mí también me parece perfecta tu opinión y que tu gusto sea distinto, por descontado (aunque te equivoques con el Turbo Outrun…xDDDDD , es bromaaa!)

      Con Top Gear 2 sí que coincidiríamos, me encanta, tiene campeonato, bastantes opciones y a la hora de la verdad, las carreras son divertidas que es lo que importa…en definitiva, me parece una demostración de cómo hacer un buen juego de coches en 16 bits (y diría tres cuartos de lo mismo de su “primo”, el Lotus II, ambos grandes juegos, y eso que nunca los tuve)

      Un saludo!

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  4. Primero, pedazo de análisis! Ye so que el juego no te acabo de convencer, que si no...

    Nunca he probado este Turbo Out Run, ni en Mega Drive ni en Recreativa. Pero algo raro tiene que haber cuando la misma sega saco en OutRun 2 en 2003. Según he leído en wikipedia se considera mas spin-off que secuela.

    Yo no lo veo tan malo, si dura nueve minutos! Dios mio quien puede pasar tanto rato conduciendo! Y la versión de arcade y Mega Drive las veo iguales! XD

    Bromas aparte, gran articulo que al menos anima a probar el juego. En la mayoría de sitios solo veo que echan pestes de el.

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    1. Gracias Sikus!

      Con las espectativas bajas, Turbo Out Run es disfrutable para unas partidillas rápidas, y quién sabe? Aquí Ring dice que hasta le gusta y todo, jeje!

      Por cierto, me enfadaría por lo del número del Out Run 2, pero teniendo en cuenta que no he jugado a las recreativas originales de Turbo Outrun y Outrunners pero sí a los de megadrive, y que el OutRun 2 es alucinante, le perdono que haya ignorado a todos los juegos que salieron entre ambos.

      Un saludo y, si pruebas el Turbo Outrun, ya me contarás!

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  5. Gran artículo compañero, como todos los tuyos.
    Sé que, como seguero, no tengo perdón, pero la única versión del juego que he catado - de hecho, la única que llegué a comprar - es la del Spectrum.
    Por eso no caí en la cuenta con la adivinanza anterior.
    De todos modos, conociéndome, aunque me hubieras preguntado qué erizo azul corre a velocidades de vértigo, probablemente tampoco lo habría acertado.
    Un abrazo crack!

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    1. Buenas José Andrés!

      Eso es porque eres un "casual"de esos, aunque como Turbo Out Run es un juego que dura unos 8 minutejos, comparte característica con la categoría de juegos casuales, jajaja!

      Fuera bromas, no sé si la versión de Spectrum se salvará, pero la de Commodore 64 sí que es altamente recomendable, en muchos sentidos más que la de megadrive (para demostrar como se exprime una máquina con ganas de hacer las cosas bien...y eso que estaba US Gold de por medio!)

      Un abrazo!!!!

      PD - Cómo va la "pata"?

      PD2 - Entre las referencias cinéfilas que he colado, está una película en la que aparecía una Saturn y un famoso juego de Sega Sports, te suena? (te lo pregunto porque sé que te gustan esos guiños a los videojuegos en las películas)

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    2. La "pata" sigue igual de "chunga" me temo :(
      Ayer me pasé casi todo el día en el hospital, y los resultados no fueron muy esperanzadores.
      Al menos a corto plazo.
      En fin, de algo habrá que morirse, aunque sea de aburrimiento.
      Debe ser un complot mundial para que no pueda ir a la tienda de turno para comprar la última entrega de Metal Gear.
      Respecto al juego, la versión de Spectrum tampoco brinda excesivas alegrías me temo.
      Pero en su momento lo llegué a disfrutar bastante.
      Tendré que tirar de emulador para probar la de Commodore 64, no me queda otra.
      Un detalle impagable el de Saturn por cierto :D

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    3. Cachis! Mucho ánimo amigo, paciencia que estas cosas se acaban recuperando!

      La escena de Mallrats en el dormitorio del “Earl” con la “Brenda” (no me acuerdo cómo se llamaban en la peli, pero jason lee va a ser “Earl” por los siglos de los siglos, y ella siempre será Brenda, la hermana de Brandon xD) y la conversación que tienen mientras él se vicia a un NHL de Segasports en la Saturn es impagable…

      Y el último Metal Gear te lo iría a comprar yo si hace falta…pero hace tiempo que tenemos tiendas online, vaguete! xD

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  6. Me encanta leer detenida y pausadamente tus analisis. Eres un jodido crack.

    Respecto al juego, no tenia el placer de tenerlo en mi coleccion hasta que un buen amigo me lo regaló (con poster de sonic incluido). El juego ya lo habia jugado en su momento, obviamente, y lo unico que puedo decir es que comparto palabra por palabra tu opinion. No creo que sea cuestion de estar contaminado o no. Yo creo que aunque outrun no hubiera existido eso no hubiera hecho mejor juego a este "turbo".

    Muy buena la referncia al señor "como es el coso" y me encanta tu ecto 1.

    Saludos amiguito!

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    1. Si bueno, en un momento dado, este es uno…jaja!

      En serio, joer, muchas gracias por tus “palabros” Sito, tú si que eres “el miller” ;)

      Sobre la entrada, tenía claro qué cosas del juego quería resaltar, pero me ha costado lo suyo darle forma, decidir por dónde empezar y esas cosas…espero que no se haya notado mucho…y sobre Turbo Out Run, mientras escribía me he dado todavía más cuenta del potencial desaprovechado, porque las ideas estaban ahí y no eran malas, pero la ejecución…soy pesado, pero me deja un regusto de cartucho “low cost” sospechoso.

      Por cierto, no tiene nada que ver, pero mientras navegaba y contestaba comentarios he estado escuchando el “I will love again” versión Dj Syto Remix y mola un huevo! Saludetes hamijitooo

      PD- El Ecto-1 hace tiempo que lo quería colar por el blog, pero si no ha salido antes es por culpa de “la calidad” de los Cazafantasmas en mega…

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  7. Partiendo de que el Out Run no es de mis juegos favoritos (me refiero a las conversiones, no al arcade), sí que es verdad que esta revisión no es nada del otro mundo, aunque a su manera creo que tiene su encanto. Seguro que tu lo has jugado más que yo, pero es que tampoco le encuentro demasiadas diferencias jugables con los otros, quitando los recortes que comentas... Para mí, la saga ha ido empeorando progresivamente, eso sí, el Out Runners me parece curioso. Lo siento molsupo, pero es que soy más de los Lotus...

    Por lo demás, espectacular análisis, siempre dando tu punto de vista personal y con esas anácdotas tan divertidas.

    SAludos!!

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    1. Jajaja! No lo sientas,robotnik, los Lotus están muy bien, y en especial el segundo me parece un juegazo (aunque creo que me habías comentado que eras más del primero, no? De todas formas, mucho mejor que Turbo Out run, jajaja!)

      Respecto al Turbo Outrun, para mí pierde muchísimo respecto al primero no sólo en lo puramente jugable (que también), sino por todo el diseño, el encanto, el carisma, el buen gusto del primero por los escenarios, la música y los coches…en definitiva, toda la magia que hizo grande el primero simplemente ya no está, y lo que nos queda es un juego divertido pero sin encanto.

      El Outrunners…buffff! Buuuuuufffffff!...quiero pensar que es problema de mis roms tanto en emulador como en everdrive, pero es que visualmente parece que esté roto o mal programado (esos horribles parpadeos son impropios de un megadrive)… No sé, otra vez está lleno de buenas ideas, pero algo salió rematadamente mal con ese juego o yo no logro entender que la pantalla partida implique ese desastre a nivel técnico (y el mismo Lotus a dobles es la prueba de que, sobre el papel, megadrive “puede” con un juego así)

      Un saludo!

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    2. Sí molsupo, Siendo los Lotus juegos bastante parecidos, me gusta más el primero de Megadrive, que en realidad era el segundo dentro de la serie.

      La verdad es que hace mucho que no juego al OutRunners, pero no recuerdo nada raro... No sé, es posible que tengas razón ehhh

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    3. Pues acabo de buscar por youtube vídeos del outrunners de megadrive y no tienen el fallo que te comentaba...

      Probaré más roms y emuladores, a ver si puedo jugarlo mejor...

      Un saludo!

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  8. Admiro profundamente la manera de plantear y desarrollar tus análisis, los más profundos, completos y documentados de los blogs que leo.

    Después del peloteo ;-) , hablemos del juego en cuestión. En su época nunca vi la recreativa de Turbo Out Run, y desconocía la existencia del juego. Curiosamente, el año pasado, después de comprar un lote de juegos de Mega Drive, me llegó el Turbo Out Run de regalo. Feliz por tan maravillosa sorpresa, conecté la Mega Drive, puse el cartucho y... que desilusión.
    Al ver la palabra Outrun en el juego mi mente ya empezó recordar al original; su colorido, su música, las bifurcaciones, etc. Pero al ver el mapa del juego lineal la cosa ya no me gustó mucho. Lo empecé a jugar y el desasosiego aún fue mayor, el control no me gustó y lo jugué 2 o 3 minutos.

    Dicen que a caballo regalado no le mires el dentado, y después de leer tu análisis y descubrir que el juego dura tan poco, le voy a dar una segunda oportunidad para completarlo, pero ver la manera cómo desaprovecharon la oportunidad de hacer uno de los mejores juegos de los 16 bits duele bastante. Y nos quejamos ahora que la industria se aprovecha de los jugadores de los nombres de las sagas para vendernos juegos mediocres xD

    Un saludo.

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    1. Jajaja! Déjate de peloteo, Salore!!! xDDDD (pero gracias ;)

      Entiendo perfectamente lo que describes, la sensación de "desilusión" al comparar el primer Out Run con este es casi inevitable, en mi opinión no resiste por ninguna parte la comparación.

      Y efectivamente, tenemos muy mitificadas a las compañías de antes, pero tampoco eran unos santos, y tanto Nintendo como Sega tienen unos cuantos ejemplos...aún así, Turbo Out Run no es un desastre absoluto y se deja jugar, en casos como el nuestro (que adoramos al primer ORun) haciendo un pelínd e esfuerzo de abstracción, pero la cuestión es que paa una partidilla rápida divierte, sólo por eso ya le perdono lo demás.

      Un saludo!!!!

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  9. Reconozco ser ferviente devoto del Out Run original, todavía recuerdo la primera vez que lo vi en los recreativos, esa pedazo de cabina de ferrari con su volante asiento y pedales... Muy dificil de superar snif!! que recuerdos!!

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    1. Buenas Maquinitas!

      Es que el primer Out Run era muy grande y mágico (sonido de ducha;) , sin haber vivido una experiencia tan buena como la tuya (nunca probé la versión con cabina) , igualmente estaba enamorado de él, y de hecho le dediqué una completa entrada a la versión de megadrive aquí:

      http://cartuchosmegadrive.blogspot.com.es/2013/01/el-juego-de-la-rubia-y-el-ferrari.html

      Difícil de superar no, casi imposible...pero si la recreativa de Turbo Outrun se puede decir que como mínimo lo intentaba (sin éxito) , el de megadrive me deja la sensación de haber tirado la toalla antes de empezar y conformarse con ser un juego de coches más "del montón"...lástima!

      Un saludo!

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  10. Nunca he jugado al Trubo OutRun, No sabia ni que existia. Pero si, es complicado encontrar segundas partes buenas. La verdad es que con la primera entrada de Out Run coincidí mucho con tigo. Un gran gran juego que he disfrutado mucho de el en recreativa!
    Visto lo visto no voy a perder mucho el tiempo jugando a este game!

    Esos grandes y pequeños detalles como los del turbo, las de las velocidades de los coches el trazado de la calzada o achuchar frenos y motor son los que marcan la diferencia.

    Muy muy muy buen articulo!

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    1. Aunque no lo conocieras, ya ves que tampoco te perdías demasiado Xuxo. Aún así, si por alguna casualidad te encuentras con él (o con su rom puesta en el emulador ;) para una partidilla rápida, cumple y punto, aunque no da para mucho más.

      Lo del dicho de “segundas partes nunca fueron buenas” también es verdad que es menos aplicabe a los videojuegos que al cine, aunque sólo sea porque existió un primer Street Fighter antes del divino Street Fighter II…pero en general ahora nos hacen muchas trampas sacando spin offs, secuelas, precuelas, crossovers, versiones 2.0, .5 o 1/2 y demás…ya no hay manera de saber que peli/juego es verdaderamente el segundo de una saga, joder! xD

      Y muchísimas gracias por tus halagos, hombre!

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  11. Buenas señor Molsupo! Tengo que decir que estoy de acuerdo en lo que dices. Sobre todo en que algunas cosas que plantea a priori parecen una gran idea (mejoras en el coche, la motivación de tener un rival al que batir...) pero por desgracia nada de esto compensa las cagadas de la radio y poder elegir ruta.
    Por cierto, muy bueno lo del cierre automático en las mejoras para que no volviera a entrar en nuestro coche la pelandusca jajajaja. Habrá que echarle polvos pica pica al del coche blanco y jersey amarillo!
    Un saludo y sigue asi compañero.

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    1. Estás hecho un David Summers, Luis, jajajaja!

      Desde luego, lo de la radio se echa de menos pero sería perdonable, sin embargo lo de la ruta única conjugado con la duración ridícula y el escaso detalle de los escenarios es sangrante...en definitiva, una conversión muy justita de un juego normalito.

      Un saludo Luis!!!

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