Empezando...

Año 1991: Érase una vez un chaval  al que le encantaban los videojuegos, pero los tiempos de carga de los cassettes y los fallos de carga  en su Commodore 64 eran constantes y frustrantes a partes iguales, de forma que jugar en su casa era una experiencia casi reducida a su único juego en cartucho, el simple pero entrañable International Soccer. 

International Soccer (c64)- Mi primer videojuego (todavía funciona!!)

Ese renacuajo flipaba cuando iba a casa de sus amiguetes compañeros de clase y veía la velocidad de carga de los disquetes del Amstrad CPC, le encantaba el colorido de sus juegos, y maldecía cada vez que se iba a comprar un juego que le habían enseñado y resultaba que no lo habían sacado en el Commodore.  Por si no fuera suficiente, el cabreo iba en aumento si al final compraba algo y leía en la caja que las fotos correspondían a la versión Amiga o Atari ST, ya que cualquier parecido con lo que iba a ver 40 minutos después de darle al play en "la cassettera" del c64  no era pura coincidencia,  sino absolutamente imposible (en el afortunado caso que no apareciese un error del tipo Not Found...)

Aunque se burlase de sus gráficos sin color y de su sonido, en el fondo el chico también se lo  pasaba en grande en verano jugando con el pequeño Spectrum ZX 48k de un vecino de sus abuelos , y cuando ese vecino y amigo dio el salto al todopoderoso Amiga, simplemente alucinaba. 

Pero todo cambió cuando uno de sus amigos "amstradcepeceros" le habló maravillas de un sistema que había descubierto en la Micromanía, y el enano se decidió a martirizar a sus pobres padres  durante meses hasta que, para su cumpleaños, le regalaron una exótica maquina japonesa pensada sólo para jugar y que prometía la espectacularidad de los juegos de los bares y de Amiga pero en casa...su nombre Sega Mega Drive, y la historia de amor , con sus más y sus menos, sigue viva 21 años después

En este blog, aquel chaval de entonces, aunque ya peine canas en los hue..., pretende seguir hablando de "los cartuchetes de la Sega" que le apasionaban entonces y a los que sigue jugando ahora, tanto de los que tiene en su colección como los que le dejaban sus amigos, los que  veía en las revistas y siempre quiso tener e incluso, aunque no será lo habitual, los de otras consolas y sistemas distintos a la Mega Drive, pero en general, de aquella época en la que los juegos paseaban sus cojonudos pixeles por las teles de nuestras casas...

Si encima alguien más disfruta de lo que pueda escribir aquí, ya sea por nostalgia o incluso  por descubrir algún título desconocido y se anima a echar una partidita, pues mucho mejor...allá vamos!